Los sistemas de extinción por agentes limpios se utilizan habitualmente para proteger ambientes en donde predominan equipos informáticos y aparatos con componentes eléctricos, que almacenan importantes datos digitales. 

Enormes salas de servidores que guardan la información de grandes compañías dependen exclusivamente de estos sistemas de extinción frente a un posible incendio. Ahora bien, ¿son tan buenos como se cree? 

Desde hace varios años, el HFC (hidrofluorocarbono) se convirtió en el gas elegido para suprimir esta clase de incendios. Y en la actualidad, está en auge su utilización: el FM 200 es el sistema más solicitado por las empresas. Sin embargo, significa una inversión sin futuro para quienes continúen apostando a su utilización. 

¿A qué me refiero? Si bien estos gases fluorados son utilizados en diferentes industrias, principalmente en las referidas a la extinción de incendios, a la refrigeración o la fabricación de espumas aislantes, disolventes y aerosoles, puedo afirmar que su prohibición es inminente. 

Y las consecuencias de su uso justifican esta decisión: los hidrofluorocarbonos afectan en gran medida a la capa de ozono. El fluor en su composición forma un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Esto lo convierte en un fluido contaminante que daña el medio ambiente e influye en el cambio climático. 

Queda claro que su utilización debe frenarse y la única manera de hacerlo es a través de una disminución gradual de su consumo, pero ¿cómo cambiamos este paradigma tan instalado en la sociedad que afirma que el FM 200 es el agente limpio ideal para apagar este tipo de incendios? 

La primera parte ya está en marcha: a comienzos de este año entró en vigencia la Ley AIM que obliga a reducir de manera gradual la utilización de los HFC como agentes químicos extintores. 

Pero hay un segundo paso que debemos implementar entre todos: hacer circular esta información para generar conciencia y lograr que este cambio se implemente de la manera más rápida posible y a nivel mundial. 

En la actualidad, existen otras opciones de agentes extintores a través de gases limpios e inertes, como el NOVEC 1230 o el INERGEN, que sustituyen a los HFC. 

En MaxiSeguridad ofrecemos estas soluciones totalmente eficaces y sin impacto ambiental: instalamos y mantenemos los sistemas completos de extinción de incendios por agentes limpios de Rotarex, certificados por UL y FM, que sofocan el fuego a través del uso de gases inertes naturales, neutros para el medio ambiente y seguros para las personas. 

Podemos encontrar dos tipos: 

1) La línea CleanFire de Rotarex, que consiste en un completo sistema de extinción de agente limpio aprobado por Vds, con fluido de protección contra incendios 3M™NOVEC™1230. 

Esta solución, ideal para proteger riesgos especiales, actúa como sustituto de halón químico y de los hidrofluorocarbonos, siendo la única tecnología viable, con proyección a largo plazo y sostenible para el medio ambiente. 

El fluido Novec 1230 asegura un excelente rendimiento, necesita menos espacio para proteger activos de alto valor y actúa en áreas de difícil acceso. También reduce el costo de servicio e instalación, ya que se utilizan menos cilindros por su alto grado de capacidad. 

Descarga el agente extintor en diez segundos, antes de que el fuego se propague, reduciendo drásticamente los daños en los materiales y equipos. 

Posee una tecnología comprobada de válvulas de alta calidad, no conduce electricidad y no deja residuos luego de la extinción: además de ser confiable, sostenible, seguro y efectivo, permite una continuidad laboral inmediata. 

2) La línea Inerex de Rotarex es otra excelente opción, totalmente natural, que utiliza gases inertes para combatir el fuego. Es un sistema completo de extinción de incendios, certificado por UL y FM, que reemplaza a los agentes extintores compuestos por productos químicos o agua. 

Por lo tanto, logra una solución más limpia, completamente neutra para el medio ambiente y segura para las personas que se encuentra en el lugar. Una vez que este sistema se pone en funcionamiento, extingue el fuego en segundos sin dejar residuos. 

Los gases pueden introducirse también dentro de las carcasas electrónicas, sin causar daño: mantiene totalmente protegida la seguridad informática de tu compañía y garantiza su rápida continuidad operativa. 

Otra ventaja a tener en cuenta es que dispone de una instalación sencilla, posee reductores de presión que facilitan la utilización de tuberías de diámetro fino y respiraderos más chicos. 

Sus cilindros se identifican de manera más rápida por el recorrido de tubería sin restricción de elevación. También ayuda a prevenir la reignición y cuenta con una solución de difusor silencioso disponible contra daños por ruido. 

Ambos sistemas protegen los datos sensibles de múltiples empresas alrededor del mundo. Además de instalarse en centros de datos y salas de servidores, son sumamente útiles en edificios con oficinas, museos, construcciones históricas, hospitales, medios de transporte y logística. 

Están certificados por importantes normas internacionales y por su comprobable eficacia reducen en un alto porcentaje los riegos que un incendio puede provocar como consecuencia de una sobrecarga de energía, cortocircuitos o sobrecalentamientos. 

Comencemos a construir una nueva generación de protección contra incendios más tecnológica y sustentable. Alternativas hay muchas y el momento de aplicarlas, sin dudas, es ahora.

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